Estudios desarrollados por PROFECO (Procuradoría Federal del Consumidor de México), revelan que shampoos líquidos de marcas internacionales muy reconocidas contienen sulfatos, parabenos, siliconas, formaldehídos, ftalatos, alcoholes secos y petrolatos, todos ellos componentes que están autorizados, pero que a mediano y largo plazo son dañinos para el cuidado de tu cabello y potencialmente peligrosos para tu salud.
Veamos por qué:
El Sodium Laureth Sulfate o SLES es un sulfato derivado del petróleo de gran poder limpiador y capacidad espumante, pero que elimina el aceite protector que se encuentra naturalmente tanto en la piel como el cabello, lo que resulta muy perjudicial. También es causa de irritación tanto en el cabello como en los ojos.
La consecuencia más inmediata del uso de este sulfato es la pérdida progresiva del color natural del cabello. Pero dado que las moléculas de este compuesto son muy pequeñas, penetran con facilidad en la sangre a través de la piel y las mucosas, pudiendo resultar perjudiciales para los órganos vitales cuando su uso es prolongado.
Sin embargo, la FDA (Food and Drug Administration, USA) no acepta este riesgo, por considerar que estos shampoos tienen bajos índices de concentración.
Los parabenos son utilizados para prevenir el crecimiento de bacterias y moho en los productos de belleza, pero al ser absorbidos por la piel han sido asociados con diferentes problemas hormonales. Estos compuestos pueden imitar el estrógeno en el cuerpo y han sido encontrados en tumores mamarios, por ello ingredientes como metilparabeno, propilparabeno y butilparabeno deben ser evitados.
Las siliconas, como la dimeticona y la ciclometicona, se utilizan para dar al cabello un acabado suave y brillante. Sin embargo, estas sustancias forman una capa en el cabello que puede acumularse con el tiempo, dificultando su hidratación y nutrición natural. Además, pueden causar que el cabello se vea opaco y sin vida.
El formaldehído es un conservante y agente antimicrobiano que también es un conocido carcinógeno. Aunque su uso directo en shampoos es raro, ciertos ingredientes, como la DMDM hidantoína y el quaternium-15, liberan formaldehído con el tiempo. Evitar estos ingredientes es crucial para reducir el riesgo de exposición a este compuesto tóxico. Además, la DMDM hidantoína usada como conservante puede generar reacciones alérgicas y, en algunos casos, pérdida de cabello a largo plazo.
Los ftalatos se utilizan para fijar fragancias en los productos de cuidado personal, pero han sido relacionados con problemas reproductivos y hormonales. Buscar shampoos etiquetados como "libres de fragancia" o que utilicen aceites esenciales naturales permite evitar los ftalatos, reemplazando la fragancia artificial por otras naturales.
Algunos alcoholes, como el alcohol isopropílico y el alcohol SD, pueden secar el cabello y el cuero cabelludo.
Los petrolatos y aceites minerales, como la parafina y la vaselina, tienden a crear una capa en el cabello que puede obstruir los folículos pilosos y dificultar la penetración de otros productos capilares. Esto puede dar lugar a un cabello opaco, pesado y propenso a la acumulación de residuos.
La obstrucción de los poros del cuero cabelludo, puede llevar a la formación de granos, irritación y otros problemas cutáneos.
Al evitar los petrolatos y aceites minerales, el cabello es capaz de absorber mejor los nutrientes y beneficios de otros productos capilares, como acondicionadores y tratamientos.
Por todo lo anterior, PROFECO aconseja a los consumidores que antes de comprar un shampoo, verifiquen los ingredientes informados en las etiquetas o envases y eviten aquellos que contengan sustancias que puedan ser perjudiciales para el cabello, el cuero cabelludo y la salud.
Un buen shampoo sin ingredientes tóxicos debe limpiar eficazmente eliminando grasa y residuos, pero sin dañar el cabello. Además, debe nutrir y fortalecer con vitaminas y aceites naturales, manteniendo el equilibrio natural del cuero cabelludo sin irritarlo.
También es importante buscar shampoos que satisfagan las necesidades de cada tipo de cabello, ya sea graso, seco, rizado, liso, teñido, etc.
Los ingredientes naturales, propios de los bioproductos, otorgan suavidad y brillo, mejoran la apariencia general del cabello, cuidando tu salud y bienestar general. Además, en el caso de los shampoos sólidos se promueve un consumo responsable y sostenible del medio ambiente, evitando el uso de envases plásticos y el consumo de agua en su elaboración.

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